«Soy una optimista sin remedio»
Eran las 4.30 am cuando 5 hombres entraron a robar en la casa donde vive la mamá y el hermano de Maiu. Los ataron y maltrataron. Durante 2 horas, no sólo robaron cosas que fueron adquiridas con trabajo y esfuerzo, también causaron heridas emocionales que necesitarán mucho tiempo para sanar.
Desde hace 6 años, Maiu brinda talleres de gestión emocional en el penal de San Martín y ha ayudado a cientos de Espartanos/as en su crecimiento personal. Es un trabajo que le apasiona porque cree que “es una manera de recuperar un poco de amabilidad y generosidad en un mundo atravesado por la violencia”. Hace unos días visitó los pabellones de los Gladiadores y Unión, donde brinda su taller, y compartió una carta donde expresaba todo lo que sentía: una profunda tristeza por su seres queridos y también por los 5 hombres que les robaron.
En la carta, confesó: “Sigo creyendo que tengo el mejor trabajo del mundo, sigo creyendo que tenemos que dar amor desde lo más profundo de nuestro ser para hacerle frente con honra y dignidad al odio, al rencor y a la desesperanza. A pesar de todo, sigo siendo una optimista sin remedio”.
Luego de haberla escuchado, sus alumnos de la U47 y U46, reflexionaron al respecto. Muchos de ellos habían cometido crímenes similares, pero nunca escucharon a sus víctimas. “Sentimos tu dolor, Maiu”; “Sentí mucha culpa y reviví momentos horribles con tu testimonio”; “Perdón, aunque no fui yo quien le robó a los tuyos, yo hice eso con otros”; “No quiero lastimar a nadie más”; “Me di cuenta que robé sueños y proyectos, yo siempre creí que sólo robaba plata y no era así”; “Gracias por seguir viniendo”. Fue un proceso de mucha introspección, pero también el comienzo de un proceso de sanación.
Nos solidarizamos con Maiu y su familia y le damos las gracias por seguir diciendo sí a las segundas oportunidades. Sabemos que el cambio es posible cuando se abren puertas para reescribir historias. Lo podemos ver en cada Espartano/a que recupera su libertad y logra reinsertarse en la sociedad, convirtiéndose en un ejemplo positivo para sus familias y comunidades.