Luis “Pity” Fernández se prepara con entusiasmo todas las semanas para ir al trabajo. Agradece a Dios por un día más de vida, piensa en sus hijos: Joaquín (13 años) y Enzo, quien nació hace unos meses. Besa a su mujer y sale de casa dispuesto a dar lo mejor de sí.

“Pity” recuperó su libertad hace más de un año. Hoy, en el Día del Padre, nos cuenta cómo es su nueva vida:

“Durante 20 años estuve entrando y saliendo de la cárcel, andaba en cualquiera, me drogaba mucho y estaba perdido. A mi primer hijo, Joaquín, lo tuve estando preso. Lo conocí cuando tenía 7 meses y luego lo volví a ver cuando tenía 5 años. Lo más difícil que me ha tocado es recuperar ese vínculo con mi hijo, él está con su mamá y lo veo muy poco, pero cuando estoy con él, trato de disfrutarlo mucho y decirle que lo amo. Hace poco cumplió 13 años, celebramos juntos y él estaba muy contento.

Mi segundo bebé lo tuve estando en libertad, ambos son una bendición. Lo que yo aprendí de la Fundación Espartanos son los valores que quiero enseñarle a mis dos hijos. Las cosas simples de la vida, poder disfrutar la familia, valorar la libertad, valorar el hecho de respirar el aire, de poder ganarse el mango dignamente sin sacarle ni hacerle daño a nadie. Quiero enseñarles la importancia de ser responsables en la escuela y que el trabajo vale un montón para poder seguir progresando.

Yo trabajo en una metalúrgica y en un mes voy a cumplir un año trabajando. Tengo una buena relación con mis compañeros, los dueños de la empresa son muy atentos conmigo y me siento muy bien. Aprendí a usar una computadora y cada día estoy aprendiendo cosas nuevas en mi trabajo.

Yo quiero que mis hijos amen a Dios, que terminen sus estudios y cuando tengan un trabajo y formen sus familias, que sean responsables. Quiero que tengan una buena referencia de su padre. Aunque cometí muchos errores porque estaba perdido, vino la luz a mi vida y pude encaminarme y tomar un nuevo rumbo. Creo que mis hijos van a ser una bendición para sus hijos. Yo deseo que sean felices y que no sufran todo lo que yo sufrí. Todo se logra con esfuerzo y confiando en Dios».

¡Feliz Día del Padre!