Tamara trabaja en el Servicio Penitenciario desde hace 16 años y coordina actividades deportivas en la Unidad 48 de San Martín. También es nuestra referente dentro del penal y nos ayuda a gestionar los permisos necesarios para que podamos realizar nuestras actividades en el complejo. Actualmente está estudiando para ser coaching y hace dos años se convirtió en madre.

Hoy, en el Día del Servicio Penitenciario, nos cuenta un poco de su día a día y lo que piensa del programa Espartanos:

“Lo que me gusta de mi trabajo es que estoy en contacto con personas, historias y realidades distintas. Por un lado, me ayuda a mi crecimiento personal y, por el otro, siento que a través de lo que hago, puedo acercar herramientas a las personas privadas de su libertad para que puedan reinsertarse en la sociedad.

Conocí el trabajo que hace Espartanos en 2009. Lo que me gusta del programa, es que no sólo hace hincapié en la parte deportiva con el rugby, que es una de las principales maneras de canalizar toda la energía que tienen los internos, sino que también brinda herramientas concretas para que puedan reinsertarse sociolaboralmente, hace un acompañamiento bastante personalizado, se apoyan en la parte espiritual que es fundamental para la contención y les enseñan valores. Me gusta que integran todo lo que necesita una persona para que pueda salir adelante.

Hay diferencia entre las personas que están en el programa Espartanos y los que no. Yo pude participar en un curso con espartanos durante 2 años, y pude ver la evolución de ellos en varios aspectos, no solo en la manera de hablar, sino también en la sinceridad de su cambio.

Yo creo en las segundas oportunidades, todos nos equivocamos y nadie está exento de poder estar detenido. Lo importante es reconocer el error, intentar corregirlo pero realmente desde el corazón.”